La democracia requiere una amplia red de respaldo social y dicho respaldo es mas sólido y consistente si existe formación e información.
En la República Argentina, recientes datos del propio Ministerio de Educación, reflejan la contundente deserción en colegios secundarios medidos durante los seis años del ciclo.
En el año 2014 ingresaron en primer año, en todo el país, 843.303 estudiantes. En el año 2020 egresaron 366.137; es decir, un 43,2%, con una deserción del 56,8. En la provincia de Santa Fe, la deserción a trepado a 68,2 en el mismo período.
Las mediciones demostraron que los egresados del sistema privado, en el mismo período, fue del 63,8% lo que delata una preocupante grieta entre clases y capas sociales frente a un valor esencial como la educación.
En la era del conocimiento, la educación requiere formación. Si nuestros bisabuelos pretendían que sus descendientes supieran leer y escribir y ascender en la escala social; hoy día la formación requiere información y conocimientos que la escuela primaria y el colegio secundario no la pueden brindar con complitud.
Los argentinos mantenemos, a pesar de todos nuestros contratiempos, de una educación universitaria no arancelaria, comedores baratos y accesos a internet gratuitos en el ámbito del campus en contraposición al costo en diferentes países centrales e incluso en algunos latinoamericanos, cuya matricula anual es de U$S 30.000.- anuales aproximadamente, lo que implica una erogación superior a los U$S 200.000 si tomamos en cuenta los adicionales anuales que los centros de estudio requieren.
La deserción en los colegios secundarios se traduce, presumiblemente, en un porcentaje de ciudadanos que, carentes de importantes aportes, tienen vedado la era del conocimiento.
El analfabetismo, en mi opinión, potencia el populismo, el cual brinda respuestas simples a una cuestión muy compleja como es la estabilidad aparente, con soluciones veloces y fáciles a problemas complejos.
Debemos procurar entre todos, la elaboración de planes educativos provocadores que tengan en cuenta la realidad y necesidades del medio donde residen en procura de dar soluciones integrales e ingresar en la era del conocimiento con más igualdad educativa.
Rosario, 5 de Junio de 2022.
Ricardo Alejandro Terrile Sierra.
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