sábado, 18 de abril de 2020

DESPUES DE LA PANDEMIA

Martin Wolf, considerado una de las plumas económicas más relevantes del planeta, vislumbra un mundo que lo desvela.El columnista económico del diario “The Financial Times”, en un reciente reportaje de periodista Alconada Mon en el Diario La Nación, vislumbra un escenario pos-pandémico con convulsiones sociales, económicas y psicológicas en el orden global.
Desde su confinamiento forzoso en Londres, imagina que en todos los países, millones de personas, van a estar en la más desesperada situación social, económica y psicológica como consecuencia de los errores cometidos por los líderes mundiales durante los últimos meses. Las decisiones políticas que se afrontan requieren opciones morales, domésticas e internacionales.
Entre las primeras, los países han adoptado diferentes posturas con respecto al aislamiento social preventivo. Alemanía no ha hecho uso del mismo. Hemos observado fotografías de numerosos ciudadanos en los parques y jardines de Berlín, disfrutando de la incipiente primavera. En chile, el aislamiento ha sido progresivo y para ello han puesto el acento en los test preventivos, liberando a sectores de la economía gradualmente. En nuestro país, el aislamiento social obligatorio se ha extendido hasta fines del mes de Abril y ya existen rumeores que el mismo se prorrogará durante parte de mayo en donde se espera el pico de afectados por la pandemia.
Ello nos obliga a reflexionar y decidir el balance inevitable entre los efectos del aislamiento y las consecuencias económicas que conllevará el cierre de la economía.
El Presidente nos ha dicho que es falsa la alternativa “salud pública/economía”. Sin embargo es un hecho no sujeto a comprobación que si mantenemos el aislamiento, la economía esencialmente desaparece y ello implicará enormes costos. La economía no es una "cosa" abstracta. Debemos procurar que ese balance sea el correcto.
Oscar Blando, días atrás, en éstas generosas columnas del diario La Capital refería a que la pandemia iguala a ricos y pobres pero el aislamiento delata la desigualdad social de quienes transitan la misma en un country privado o en un barrio carenciado. El fin de la pandemia nos encontrará algunos de nosotros más capaces que otros de lidiar con los costos del cierre de la economía, ora por mantener sus empleos y percibir un sueldo a costa del empleador; ora porque tienen activos o pensiones o buen poder adquisitivo, mientras que otros, en el extremo opuesto, no tienen seguridad laboral alguna ni activos financieros y viven el día a día
Es muy difícil planificar en medio de improvisaciones. Todo esto es nuevo ¿Quién podría pensar el actual estado de situación en Diciembre de 2019, incluso en Enero de 2020 en nuestro país ¿Cuántos argentinos viajaron al exterior convencidos que era una gripe proveniente del invierno asiático y europeo?
Mientras tanto, el Senado de la Nación esta cerrado; Sergio Massa evita cualquier mecanismo de participación de los bloques opositores; actua como si fuera el presidente de todos los bloques. El Poder Judicial está en feria, salvo, claro está, para concederle la prisión domiciliaria a Amado Boudou, quebrando la jurisprudencia de la Corte Suprema que estableció que la existencia de una condena a prisión firme, debe ser efectiva.
Solo sobrevive, más activo que nunca, el poder unipersonal del Ejecutivo, concentrando la suma del poder público, modificando el Código Civil y Comercial por decreto (ley de locaciones, de la competencia, del consumidor) y lo que es peor, empezamos a advertir en bvoca de los propios ministros, la acción del patrullaje cibernético “para tomar nota del "humor social", violando expresas disposiciones que amparan la privacidad y la intimidad en las comunicaciones; prohibido por la ley de inteligencia y por la de seguridad nacional.
En la provincia de Santa Fe, nuestro gobernador promulga un decreto de necesidad y urgencia adhiriendo al decreto presidencial. El Ministro de Seguridad de la provincia, en una acto manifiestamdente inconstitucional, derogó disposiciones de aquel decreto, estableciendo excepciones, alterando el maarco de supremacía que impone nuestro artículo 31 de la Constitución Nacional.
Nuestra Corte Suprema provincial sigue sin imaginar variables que pongan en marcha la administración de justicia. Han invertido fortunas en dinero, en capacitación de su personal y de los letrados, en un sistema informático que ha mostrado su absoluta incapacidad. Numerosos abogados que ejercen su profesión en forma liberal han denunciado junto con los colegios de nuestra provincia, su estado de situación y han propuesto alternativas progresivas para superar el aislamiento. La Corte Provincial sigue en “stand bye” ¿Alguna vez reglamentaremos la firma electrónica promulgada hace más de dos años? El Presidente omite todo anuncio sobre la economía, legisla reemplazando al Congreso con la complicidad de su bloque, mientras el Poder Judicial se abstiene de resolver imaginativamente como administrar justicia. Los presos, casi todos con condenas firmes,invocan el coronavirus para abandonar sus sentencias. Con ese marco de referencia, seguimos enseñando en la universidad pública, no arancelada y laica, derecho constitucional en video conferencias. La materia, cada vez más, se parece a ciencia ficción.
Ricaro Alejandro Terrile- Profesor Derecho Constitucional UNR

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